―.....Haces demasiadas preguntas en una sola frase, Abbie, pero veo que no perdiste tu sentido del humor― respondió con un tono de voz calmado y neutral.
―¿Y adónde fue a parar el tuyo?, jaja, puedo ver que te sigues tomando muy en serio esta temática de la "teatralidad", aunque sinceramente no te culpo, a ti te queda muy bien. Yo lo uso para otros beneficios.
―No malinterpretes esto pero, ¿por qué me llamaste?, pensé que estarías enfocada en tus propios asuntos por un tiempo.
―Así es, pero vine de visita a la ciudad y quería verte, no se me ocurrió una mejor manera que esta. Además de que no pierdes el tiempo, fue mi investigación la que te puso al tanto de lo que hacen en este sitio tan horrible, deberías agradecérmelo.
―Entonces te agradezco. Sería una necedad de mi parte si te dijera que tu ayuda no era necesaria y me habría enterado de esto en cuestión de días. Hoy salvaste la vida de muchas personas, Abbie, en el fondo eres una "heroína", aunque ni siquiera yo me puedo considerar eso como tal.
―Supongo que te referirás a tu época de enferma mental, bueno, más de lo que ya eres ahora. Sabes, creo que ese era precisamente tu mejor momento, Lina. Claro, yo me estaba convirtiendo en una maníaco depresiva y tú estabas al borde de la locura, pero aún así lograste limpiar esta ciudad como nunca nadie lo hubiera hecho.
―Preferiría no bromear con eso, no estoy orgullosa de muchas cosas que hice. Torturé, y maté a tantas personas que pude haber llevado ante la justicia. Te doy la razón en que eran los tiempos más difíciles que Middle ha tenido que vivir, pero yo fui muy egoísta. No actuaba para crear un movimiento revolucionario o positivo, lo hacía para conservar la cordura y estar en paz. Pude haber sufrido un cambio aún peor que el de ser una Tiburón Humanoide, pero afortunadamente rompí ese ciclo antes de que fuera demasiado tarde. No estaba completamente sola a pesar de que perdí mi heredada fortuna y terminé siendo una indigente que mató a su familia con una escopeta, y que quería escapar lo más rápido posible de esa escena. Creo que la Lina original murió ese día, por lo que jamás me perdoné a mí misma por eso. Pero aún así, trato de compensarlo. Convencí a otros Infectados que también sobrevivieron a la Pandemia y desarrollaron habilidades muy específicas, para donar parte de su sangre a Organizaciones Caritativas con el objetivo de desarrollar una cura, lo cual hasta donde tengo entendido la crearon de manera exitosa gracias a una científica llamada Silvia Jobs, o Dopher, no recuerdo bien su primer apellido. Según me dijiste, la pudiste conocer antes de que fuera una mujer de ciencia.
―Por desgracia. Aunque no la he visto en mucho tiempo, y dudo mucho que ella quiera verme, je, era una chica muy celosa, por eso no congeniamos. Me pregunto qué estará haciendo La Conejita ahora mismo, honestamente es mejor que nosotros cuando se trata defender la nación, incluso quizás podría llamarla "The Superior Bunny Girl".
―Es un lindo nombre.
Ambas miraron hacia el horizonte, donde se veía una gran Luna Llena que se reflejaba en las tranquilas aguas del muelle. Luego de unos minutos de completo silencio, Abbie reanudó la conversación.
―¿Está todo bien?.
―¿En qué sentido?.
―En tu vida. Ya sabes, con todo el detalle de haber perdido tus lujos y tu dinero, algo a lo que estabas acostumbrada desde siempre. ¿Estás satisfecha con el camino que elegiste?.
―Esa nunca fue mi vida. Por supuesto que hubo un tiempo en el que la utilicé para mi propio beneficio, y pude seguir haciéndolo en la actualidad. Sin embargo, no me sentía realmente feliz, era la vida de mis padres y mis abuelos, pero no la mía, mucho menos la de mi hermano, no tenía edad para decidir lo que quería. Tener escondido todo ese dinero en una caja fuerte no me serviría para nada, y ser la cabecilla de una empresa multimillonaria solo me distraería de proteger mi ciudad, por lo que tuvo mucho más sentido para mí donar cada moneda y cada Melvivar a la caridad y desde el anonimato, era mejor ayudar indirectamente. Y ya que estamos hablando de familias, ¿ustedes nunca tuvieron lujos o algo parecido?, digo, literalmente el nombre de tu madre forma parte del billete de la nación, me lleva a pensar que estuvieron en una gran posición económica.
―No exactamente. Nosotros somos como tú en lo que respecta a bienes y servicios, ¡somos muy humildes!. Únicamente tenemos dos casas que fueron reconstruidas después de la guerra, una cabaña en medio de un bosque y un apartamento. Más allá de eso somos como cualquier otro humano, aunque en el fondo no lo seamos. Por cierto, ¿cómo está el chico Asur?, espero que no le rompieras el corazón, sabes que es muy sensible.
―Tu hermano está bien; sabe hacerme reír y lograr que siga comportándome como la chica risueña e inocente que todo el mundo cree que soy, je, quizás eso se deba a sus dotes de psicólogo. Pero a veces....siento como si no lo conociera, sufre de recaídas y se vuelve en alguien muy triste y reprimido. Puedo observar que la depresión es de familia, ¿o no?.
―Algo así, pero en su caso no le afecta tanto como a mí, se le pasa rápido, no te preocupes. Es un hombre muy nostálgico, y conozco a varios, son dramáticos y actúan como si el mundo se fuera a caer....además de ser posesivos, tienen miedo de perder a los que aman.
―Eso me recuerda a ese chico, ese tal, eh.....Jim, Edgar.
―......
―Sí, lo conocí una vez, fue por una jugada de las circunstancias y del destino. Me dijo que yo le recordaba a su madre, lo cual me pareció muy extraño, no por nada lo apodan como Strange Visitor, ¿verdad?.
―Bueno, jaja, en algo tiene razón, te pareces mucho a su madre. Ella era....una mujer asombrosa.
―¡Fue un cumplido, entonces!, ahora me da curiosidad. También sé que estás relacionada con él de alguna forma, espero que no te moleste haberlo mencionado.
―Ah, no importa. Tampoco es que su nombre me afecte de alguna manera, jajaja.
―Hmmm, no sabes mentir, Abbie, pero me gustaría que Asur fuera más abierto conmigo en ciertas ocasiones. El hecho de pensar que tiene secretos solamente me lastima, no físicamente pero, puede llegar a ser esa clase de persona que hiere los sentimientos de los demás.
―Disculpa, ¿significa que eso debe ser algo malo?.
―Sí, ¡porque ese tipo de personas son de las que debes alejarte!.
―¡Ah, por favor!. Escucha, los medios masivos dicen que estoy loca, y tal vez eso no ayude mucho, pero te voy a decir una verdad: las personas que más te hieren, las que son capaces de lastimarte hasta el fondo de tu corazón y al punto de que sientas que no te vas a recuperar, son las que más están cerca de ti. Carajo, ¡daría lo que fuera, me haría un harakiri en este asqueroso muelle con tal de sentir eso por mis padres!. Sobretodo por mi madre, ella, ¡no solo me traumatizaba con sus regaños y teníamos discusiones donde confundía mi rebeldía con odio, sino que me destruía el corazón, me lo arrancaba, lo pisoteaba, lo hacía pedazos y se lo daba a una jauría de lobos, era implacable y me hacía sufrir como no tenías idea!, y a pesar de todo eso no podría odiarla aunque quisiera, porque gracias a ella me convertí en lo que soy. Pero ella ya no está aquí para hacerme daño.....todo por una guerra que ganamos a costa de sacrificios.
Hubo otro silencio entre las dos, hasta que finalmente Lina decide hablar de nuevo.
―.....Te daré la razón esta vez, intentaré no ser tan dura con Asur cuando vea que no puede contarme algo. Me he dado cuenta de que en tu mejor momento eres alguien muy influyente, María, afectaste mi forma de ver las cosas....e incluso diría que afectaste mi forma de ser. Jamás te agradecí la primera vez que me ayudaste cuando nos conocimos.
―Y jamás tendrás que hacerlo, ¿recuerdas?, al igual que con el resto de personas que defienden a Middle, la ayuda suele ser mutua. El ser humano necesita distraerse para olvidarse de sus problemas y buscar la felicidad, y eso es algo que tú me diste desde que nos conocimos. Eramos inseparables, una periodista en silla de ruedas y una criminóloga aparentemente ciega y daltónica resolviendo crímenes, recuerdo que algunos nos llamaban "Abbie Beyond", vaya pareja, ¿no es cierto?. Quizás eso se acabó cuando me revelaste tu identidad como Shark Soul, pero la idea del dúo dinámico se mantiene. Por lo que, ¡yo solo puedo decir "De Nada"!, jajaja, me encanta esa canción.
―Je, claro, como tú digas. Cambiando de tema, quería hablarte sobre algo que últimamente está pasando en la ciudad.
―¿De qué se trata?.
―Más bien es un descubrimiento. Al parecer, la oleada de crímenes en Middle fue iniciada por una especie de Anarquismo que hace mucho tiempo surgió de manera inesperada en Curtisland, lo cual impulsó a que muchas personas se revelasen en contra del sistema gubernamental por una que otra razón. Es algo que pude averiguar basándome en el perfil psicológico de varias personas que incluso antes de la Pandemia ya daban señales de tener algún trastorno, entre ellos también estarían mis enemigos, precisamente los más peligrosos que he enfrentado. Y entre lo poco que he podido investigar, encontré el nombre, mejor dicho el apodo, de quien lo comenzó todo: Sech. Muchos datos sobre esta persona son muy desconocidos, incluso se perdieron a causa de la misma Anarquía; solamente supe que era una mujer que pasó de ser una criminal de poca monta hasta convertirse en todo un símbolo para los que supuestamente estaban oprimidos y olvidados por la sociedad. Pero apenas empezada su rebelión, desapareció sin dejar rastro y ni siquiera fue atrapada. Es como si todo lo hubiera planeado desde el principio o solamente era alguien con demasiada suerte. ¿Qué opinas de eso?.
―Opino que es una historia inventada por una mente con delirios de grandeza. Nunca escuché ese nombre en toda mi vida, y hasta donde sé tampoco hubo un Anarquismo en Curtisland, ni siquiera en los tiempos de guerra. Aunque ahora que lo acabo de mencionar.....ah, pero sería imposible, y ridículamente arriesgado.
―¿Qué cosa?.
―Es difícil de explicar pero te daré un resumen: Durante La Guerra de los Inocentes, existieron Heronios que pudieron crear Máquinas del Tiempo con la posibilidad de ganar dicha guerra al tener conocimientos sobre las tácticas y estrategias que sus enemigos emplearían en el futuro. Lamentablemente este plan no funcionó, puesto que los Heronios que sirvieron como voluntarios para operar esa tecnología tan avanzada, terminaron atrapados en una línea de tiempo y nunca pudieron volver al presente por el hecho de que estas máquinas eran muy inestables y necesitaban de un gran mantenimiento. Sin embargo, estos viajes alteraron en demasía la continuidad del espacio-tiempo, hasta el punto de que las múltiples realidades llegaron a conectarse provocando paradojas que se conservan en los recuerdos de las personas. Además, existieron Heronios que con una tecnología más modesta lograron manipular el propio tiempo, algunos los conocí y a otros no, pero se dice que quienes dominaron esta habilidad a la perfección a través de la magia, eran capaces de controlar el flujo temporal, alterando los acontecimientos de su respectiva realidad y por consecuencia afectando parcialmente las otras.
―¡¿Me estás diciendo que la persona de quien estamos hablando, es una.....?!.
―No podría asegurarlo, Lina. Esa tal Sech de la que hablas, tal vez solo sea algo peor que un mito, puede que ni siquiera haya existido. Y que estuviera en unos registros tampoco dice mucho, pudo haber sido algo que el Gobierno colocó para despistar, son unos expertos en eso, créeme.
―Seguiré investigando aún con eso, hay detalles que no me convencen del todo.
―Que tengas éxito, entonces. Y hablando de tus enemigos, ¿cómo va tu lucha contra ellos?.
―Ahora mi único enemigo es el crimen, los peores están en prisión. Es por eso que en parte me retiré de ser Shark Soul, la criminalidad bajó en un gran porcentaje. Pero a veces es.....complicado, ya que por lo general, mi mayor enemigo suelo ser yo misma. Ya sabes que me cuestiono todo el tiempo, y recientemente me han comparado con esa Sech argumentando que de ir por un camino diferente, me habría convertido en algo similar a lo que ella pudo ser al tener ciertos rasgos de un psicópata, por eso emprendí esa investigación. Hay ocasiones en las que no puedo tomar una decisión importante, y toda mi vida....se transforma en un caos.
―Ay, amiga, ¿no crees que tus problemas se resolverían si realmente hicieras lo que es necesario?.
―Yo no mato personas....no desde que me rehabilité, y si lo hiciera me perdería por un abismo del que seguramente nunca saldría, me volvería en algo irreconocible.
―Pues es una lástima, serías una buena Soldado.
―Jeje, probablemente.
En ese instante Lina baja la cabeza, y María reacciona agarrándola por los hombros con una mirada firme.
―No te preocupes, Lina, ¡todo estará bien!, recuerda que tú formas parte de esto.
―¿Cómo se supone que formo parte de esto?― dijo, a lo que María responde sonriendo.
―Ya lo verás.
Capítulo 2: Naturaleza humana.
Una agencia de detectives había sido convocada para tratar con un caso de asesinatos en serie ocurridos durante la Pandemia, y una pista los condujo hasta un Centro de Ayuda en donde tenían a varios supervivientes en cuarentena. La pareja que destacaba entre los demás miembros y que fueron asignados para ser compañeros, una mujer pelirroja de ojos azules y un hombre moreno de cabello negro y ojos café, ambos vestidos con uniformes de gabardinas verdes y guantes negros, se encontraron con que la Líder de aquel Centro estaba malherida en medio de un callejón a causa de un disparo por una banda de terroristas que pretendían quitarles los suministros a como de lugar. Luego de matarlos por no dejarles opción y hacerlo en defensa propia, los detectives llevaron a la Líder hasta un cuarto de primeros auxilios con tal de tratar su herida, pero una chica rubia de camisa negra, con un porta armas que cubría sus hombros y espalda y de pantalones holgados -que los había ayudado en su previa batalla desde las sombras- se interpuso entre ellos y estuvo a punto de producirse otra pelea, más sin embargo la Líder detuvo a la chica antes de que sucediera, y le hizo entender que ellos le habían salvado la vida. En el momento en que María iba a apuñalar a Edgar y este se volteó para ver a Silvia deteniéndola al apuntarle con su pistola, tanto la primera como el segundo se reconocieron casi al instante. Durante una breve charla, la Líder del Centro le propuso a María trabajar con Silvia y Edgar con tal de duplicar sus ganancias por ejercer como Guardaespaldas, algo a lo que María no se negó. Minutos después, Silvia se quedaría atendiendo a la Líder mientras que María y Edgar subían las escaleras del edificio para llegar hasta un cuarto en el que estaban los suministros que los terroristas querían.
―¿Y cómo recuperaste tus piernas?.
―Bueno, fue gracias a la Soul Energy, de hecho. Si entrenas mentalmente durante años y todo sale bien, hay una ínfima posibilidad de que recuperes el funcionamiento en las articulaciones de un miembro dañado y a su vez la movilidad dentro de un tiempo. En mi caso, eso rindió frutos.
―¡Por Dios, eso es anti-natural!. No sabía que podíamos hacer eso.
―Hay muchas cosas sobre la especie que son desconocidas incluso para nosotros, Edgar, hasta nuestro verdadero origen. Por eso es que el Gobierno prefirió ocultar la existencia de los Heronios, los nuevos Administradores solamente nos ven como un problema para su régimen.
―En eso tienes razón, creen que somos una amenaza desde....bueno, creo que desde siempre. Eso pudo cambiar cuando tu familia y la mía se unieron para combatir por la humanidad, pero ya sabemos cómo terminó eso, motivo por el que nos separamos, aunque no le doy crédito a las cosas negativas.
―Yo tampoco.
―Bueno, quiero pensar que recuerdas lo que sucedió después: El Gobierno creó una Orden de Restricción que no permite a Nuestras Familias interactuar bajo ninguna circunstancia, a menos que sea un caso muy extremo. Creo que este podría contar como uno de ellos, así que, luego de esto nunca nos volveremos a ver, y honestamente es algo que ya no me importa por todos los años que han pasado. ¿Te parece bien?.
―Haz lo que quieras, yo tengo una vida propia y supongo que tú también.
―De acuerdo.
―De acuerdo.
Una vez que llegaron al cuarto de los suministros, María abrió la puerta con una llave.
―Debemos esperar a que Mabel se recupere, ella nos dará la autorización para sacar lo que tienen aquí.
―¿Te refieres a la Líder?.
―Sí.
―Muy bien.
―......¿Sabes?, menos mal que te reconocí justo a tiempo, de lo contrario y si fuéramos enemigos, apenas te hubiera visto te habría dado tremenda patada voladora.
―Ja, si fuéramos enemigos, apenas me hubieras visto no habrías podido hacer eso por el medio que tendrías de morir― dijo, a lo que María le mostró una foto en su cara.
―Imagina que estos dos boxeadores son un hombre y una mujer y fuéramos nosotros. El que tiene la cara desfigurada eres tú, ¿entendiste?.
―Vaya, vaya, tenías la broma preparada, ¿verdad?.
―¡Siempre estoy preparada para una broma, nunca lo olvides!.
―Genial....por cierto, me alegra ver que pudiste recuperar una de las partes más sensuales de tu cuerpo, ¡ya extrañaba ver esas enormes piernas!.
―¡Oh, señor Edgar!, ¿está seduciéndome?, me pregunto qué pensará la chica que tienes esperando allá abajo si le comento que me dijiste eso.
―¿Quién?, ¿Silvia?, no tenemos nada especial, somos compañeros. Si te soy sincero no creo que sea mi tipo.
―Te defendió vehementemente de mí, créeme, hay más que solo compañerismo entre ustedes.
―Está bien, cupido, piensa lo que se te plazca, porque yo voy a relajarme― responde mientras se recuesta en un sofá y cierra los ojos.
―¿Qué haces?.
―Matando el tiempo.
―¿Y qué se supone que debo hacer yo?.
―Algo se te ocurrirá, María, puedes ir a columpiarte entre los árboles o lo que sea― repuso, y luego María caminó hasta una ventana mientras miraba a Edgar.
―¿Sabes?, tu cabello está opaco y desaliñado, deberías bañarte mejor, en el pasado lo tenías mucho más limpio.
―Je....
Pasó alrededor de una hora, y Edgar despertó repentinamente con un sobresalto; al levantarse, se dio cuenta de que estaba lloviendo al mirar en dirección a la ventana que María observaba.
―¿Tuviste un mal sueño?.
―Eh, no....perdí la noción de este lugar, no suelo dormir en cualquier sitio.
―Yo también tengo pesadillas....más de las que realmente quisiera tener. Es impresionante lo que nos ofrece la naturaleza aún sin darnos cuenta de ello, ¿no lo crees?, por eso hay ocasiones en las que prefiero aislarme de la civilización― se levanta de su silla y camina hacia Edgar para encararlo.
―Sé por qué estás aquí― dice.―Te imagino como un hombre que me encuentro en la cima de una colina, proclamándose como el Salvador de la Humanidad. La Fuente de la Humanidad. Pero al verte, yo te pregunto: ¿Cómo podrías salvar algo que es incapaz de salvarse a sí mismo?.
―......¿Y tú por qué estás aquí, María?.
En ese momento una persona abre la puerta y otra enciende la luz; se trataban de Silvia y Mabel, quien ya se estaba recobrando del daño previo.
―Hay que actuar rápido― dijo Mabel, una afroamericana de carácter fuerte.―El resto de suministros están en los almacenes, ¡vayámonos antes de que la Infección se propague en este Centro!.
―No podemos quedarnos aquí más tiempo―agregó Silvia.―Y de hecho perdimos demasiado por culpa de los tipos que nos atacaron. Lamento decir que no investigaremos por hoy, Edgar, tendremos que buscar otra pista del asesino.
―Está bien, la salud siempre es primero― responde Edgar.
―El hombre tiene razón, salgamos ahora― dijo María con una sonrisa hacia Silvia, quien se preguntaba el por qué de aquella expresión.
Todos salieron de la habitación para reunirse con los supervivientes; lo que María y Edgar nunca supieron, es que Silvia, antes de abrir la puerta, escuchó su última conversación. Se preguntaba si María había aparecido ante ellos por pura casualidad o había algo más de por medio.
Capítulo 3: The Last of War.
Era una cabaña oculta en el bosque, pero más escondida resultó ser la persona que se encontraba allí. Una puerta abriéndose resonó en cada rincón de la casa mientras el individuo responsable bajaba su mano izquierda y guardaba las llaves en sus bolsillos, viendo con una expresión compasiva a la mujer mestiza, rubia y morena de ojos blancos y vacíos, que estaba de espaldas y arrodillada en el suelo de la sala, donde habían manchas de sangre, y que llevaba únicamente un pantalón deportivo azul para cubrir su desnudez. Quien abrió la puerta no era más que un hombre de cabello corto, ojos azules y vestido de traje y corbata, que dio unos cuantos pasos antes de sentarse en el sofá y después de cerrar la puerta, cohibido por ver las cicatrices de su hermana. Con tal de hablar de forma calmada, tomó la palabra luego de un largo y hondo suspiro.
―No parece que estés aquí por tu propia voluntad, ¿verdad?, por eso me llamaste. Hubiera preferido que fuera para algo más alegre, no para torturarnos con pensamientos y recuerdos. Ya no eres una Soldado en servicio, y estás consciente de que un civil común no puede utilizar armas de fuego ni siquiera para proteger su hogar o el establecimiento en donde esté trabajando, no somos como Estados Unidos. Me abstengo de preguntarte cómo las conseguiste, pero debes parar esta masacre antes de que cometas un grave error. Ahora mismo la policía te está buscando, y si te atrapan no podré hacer mucho para ayudarte, soy un Psicólogo, no un Abogado. Pero si quieres me puedes decir tus razones y testificaré en caso de que suceda lo peor. Después de todo....ninguno de los dos está libre de cometer un crimen.
―......Posiblemente quiera confesarle mis pecados a una persona que es importante para mí, o quizás no tenga intenciones de hacerlo.....señor Salomón. ¿O debería llamarte Asur Jim?, sigo sin entender por qué de todos los nombres en el mundo, decidiste cambiártelo a ese― dijo con una voz insulsa y neutral.
―Es en honor al Tío Edgar.
―Tampoco entiendo por qué todavía le dices "Tío Edgar", me incomoda, y me hace pensar que sigues aferrándote al pasado, él y yo ya no estamos juntos desde.....en fin, no quiero ahondar en detalles.
―¿Más de lo que me has contado?, a lo mejor no. Según me dijiste, él tenía problemas con una mujer llamada Silvia y tú tenías problemas con Wayne, o Wolfrock como a veces le dicen. Ambos acordaron reunirse en esta misma cabaña y, bueno, una cosa llevó a la otra. Quiero pensar que hubo más que contacto físico, claro, refiriéndome a si fue una completa muestra de amor, pero lo que realmente pasó queda entre ustedes, yo solo puedo opinar al respecto.
―Da igual a estas alturas de la vida, pero fue una equivocación. Yo debí detenerlo antes de que.....él iniciara las cosas.
―Lo amas, María....lo has hecho desde que eran jóvenes. Y sigues amándolo, pero quizás de otro modo, como un amigo, o un hermano, y creo que es lo mejor para ambos con tal de continuar sus vidas. Cuando una relación inicia con fallas o se estanca en un solo punto, siempre es una mala señal.
―¿Eso es lo que aprendiste de estar con Lina?.
―Posiblemente, pero ella y yo hemos podido superar cualquier cosa. A propósito, el Tío John habló conmigo hace tiempo, ha solicitado tu regreso a su Empresa.
―Olvídalo, ¡dile al Tío John que no estoy dispuesta a formar parte de su drama y ser otro peón de su tablero, tengo mis propios asuntos!.
―Le mandaré saludos de tu parte.
―......
―¿Estás lista para confesar tus pecados?.
―....Ok....bendígame Padre Psicólogo porque he pecado. A veces me pregunto para qué combatir....nada ha cambiado con el pasar de las épocas. Supongo que es una perspectiva que se debe a muchas cosas que he visto: Relaciones destruidas, una gran cantidad de fallecidos, o simplemente ser víctima de las circunstancias. Circunstancias que te obligan a convertirte en otra persona, como si cada día de tu vida fuera terrible, al punto de sentir que estás cayendo por un pozo sin fondo, desprovisto de la vida....e incluso de la muerte. Ah, pero quizás todo eso me obligue a seguir luchando, ¿sabes?, al pensar que estoy haciendo algo por el bien mayor, teniendo la cabeza fría y actuando con moderación, ya que después de todo, a veces el mal, genera el bien.....a veces. Pero son razones que no se pueden justificar simplificándolas tan fácilmente. La gente me dice Yellow Moon porque creen que la luz de mi cabello le da esperanza a las personas, pero están equivocados, he visto partir a varios de mis seres queridos, y he llorado la pérdida de cada uno de ellos, quienes murieron en batalla a causa de injusticias a pesar de que pelearon con honor.....yo también debí morir con honor. Pero aquí estoy, tratando de sobrevivir en un mundo hostil luego de que una voz en la oscuridad me dio la oportunidad de empezar de nuevo, y ahora tengo el resto de mi vida para pensar en mi error, como si fuera una estúpida novata sin ningún tipo de experiencia, olvidando todo lo que he pasado. Todas las personas que se acercan a mí terminan muertas o se alejan para no verlas jamás. Un ser con un pasado tan traumático como el mío, no puede darle esperanzas a los demás. Mi mente y mi arma me reconfortan, porque sé que mataré a mis enemigos. Yo camino por un valle de sombras, pero la piedad y la bondad siempre me persiguen. Camino al lado de aguas que restauran mi alma, pero sé que cuando muera mi alma estará condenada. Como puedes ver, es un ciclo sin fin, una guerra sin fin. Y no puedo hacer nada para remediarlo, más que ir contra la corriente.
―Puedo observar que sigues siendo tan fría como el hielo, con razón tienes poder sobre ese elemento. Entonces, María, ¿nunca te has preguntado cómo lo correcto puede ser tan incorrecto?.
―No lo sé.....creo que no existe una respuesta para eso. Tal vez eso depende de si tienes o no un concepto de la moralidad.
―Jaja, bueno....creo que llegó el momento de revelarte unas cuantas sorpresas― repuso, y María reaccionó cambiando finalmente su posición de rodillas y estando de espalda, para levantarse y mirar a Asur.
―¿A qué te refieres?, ¿qué sorpresas?, ¿qué pretendes?― pregunta con un tono de voz un poco más animado que antes.
―Demasiadas preguntas en una oración jajaja. Vengo a enseñarte que tú sí le das esperanza a las personas aunque no siempre hagas lo correcto, eres como una Virgen María para nosotros. Pero antes de eso, déjame decirte que te pareces más a mamá de lo que crees, posiblemente te vuelvas más poderosa de lo que ella fue.
―No tendría sentido. Tener tanto poder no me interesa, solo pondría en peligro a Caracos. ¿Por qué tendríamos que seguir los pasos de nuestros padres cuando ellos ya escogieron su camino?, y ¿por qué tendríamos que ser iguales a ellos?.
―Porque nosotros somos su legado, y tenemos que sostener la antorcha que ellos dejaron para pasarla a las nuevas generaciones.
―Tienes un punto.
―Hmmm.....sabía que dirías eso. Veamos qué dice mamá al respecto.
En ese momento, Asur mira hacia un costado del sofá, donde brevemente aparece sentado el fantasma de Melvina Clerath. Sorprendida, con los ojos abiertos y a punto de llorar, María se arrodilla de nuevo ante aquel espíritu que le dedicaba una mirada seria y rígida, y quien comienza a hablar luego de un gran silencio.
―.......¿Qué estás haciendo, pequeña?.....¿de verdad quieres formar parte de esto?― inquiere, a lo que María responde con una mirada afligida.
―.......Voy a encontrar.....y voy a matar.....a quien intente destruir, todo, lo que hemos, creado.
El espíritu de Melvina desaparece, y ambos hermanos guardan silencio unos minutos más. Pero al final, el silencio es interrumpido por alguien que estaba tocando la puerta.
―Ah, ¿quién será?― pregunta María sintiéndose confundida.―Aquí no viene nadie.
―Es mi otra sorpresa― dice Asur.
―¿Qué?, ¿acaso trajiste invitados?, ¿estás loco?― le dice molesta, y luego habla en voz alta hacia quien sea que esté en la puerta.―¡No gracias!, ¡no queremos a vendedores o huéspedes, no tenemos ropa que donar, y tampoco tenemos parientes lejanos!.
―¿Y qué pasó con tus modales?, ¿tampoco admites a tus viejos amigos?.
Al no creer quien era y esbozando una sonrisa, rápidamente María se coloca una camisa verde que tenía en una silla, y abre la puerta.
―¿Edgar?.
―¡Vaya, vaya, mira cuanto creciste!― dijo Lina, asomando la cabeza detrás de Silvia.
―¡Silvia!, ¡Mi querida Lina!― exclama mientras abraza a Edgar y a Lina.
―Oye, oye― dice Edgar.―No me abraces tan fuerte, La Conejita se pondrá celosa.
―¡Ah, ya cállate!― exclama Silvia, a lo que todos se rieron.
―¡No puedo creer que vinieran aquí, después de tantos años!.
―Agradéceme a mí, yo fui el que los reclutó para esto.― dijo Asur mientras se acercaba.―¡Feliz Cumpleaños, hermanita!.
―No es mi cumpleaños, pero gracias, tonto, eres el mejor hermano del mundo. ¡Vengan, pasen, seguramente tenemos mucho de que hablar!.