lunes, 28 de febrero de 2022

Ladybug debería seguir el ejemplo de Spider-Man | Las historias de amor en la ficción


Selfie Love! 



Debo admitir que hacer este post no es algo que estuviera en mis planes, ya que la idea se me ocurrió de repente por estas fechas, pero para hacerlo más interesante, utilizaré a Spider-Man y a Ladybug, así como otros ejemplos que se me ocurran, para abordar la temática sobre el Romance en la ficción, o simplemente para explicar cómo relatar Una historia de amor que se sienta creíble y satisfactoria.

 

Personalmente nunca me he considerado un experto en cuanto a relaciones de parejas se refiere, sobretodo por el hecho de que mi concepto sobre el amor y la amistad es muy diferente al de muchas personas, el cual se asemeja bastante a lo que por lo general se muestra en varias obras ficticias. Sin embargo, tampoco creo que eso sea un impedimento para hablar de este tema, pues el amor es un sentimiento demasiado común, por lo que todo el mundo puede expresar su perspectiva sobre ello.


La palabra Amor consiste en el afecto emocional que un individuo tiene hacia una persona u objeto, la acción del respetuo mutuo, aprecio y cariño que existe entre los seres humanos y animales, aunque de estos últimos depende más el tipo de especie en cuestión. Básicamente es un vínculo sentimental en donde dos personas tienen la necesidad de estar juntas, algo que por lo general se construye a través de las situaciones que dicha pareja ha enfrentado desde que se conocieron, formando una relación que en el mejor de los casos puede ser auténtica y bastante fiel por ambas partes.

 
Claro que esta es la definición más aceptada, pero también existen esas personas que ven al noviazgo como un mero pasatiempo, o algo que debes tener para que te sirva como experiencia y nada más, lo cual es un concepto bastante erróneo, y puede traer más mal que bien, ya que es mucho más conveniente para la vida de un individuo, el tener a esa persona especial que te complemente de una u otra forma, y quien estaría dispuesta a estar contigo incluso en los peores momentos. Por eso es que uno debe tener la idea de que a veces es mucho mejor dejar que las cosas sigan su curso y no apresurarse en una relación que probablemente no pase de una amistad o puro compañerismo, y comprender que a veces es mejor estar solo que mal acompañado, puesto que incluso algo tan simple como el apego emocional puede arruinar la vida de una persona, muy probablemente terminando por ser alguien que solo está lleno de armagura, decepciones y tristeza.
 
 
Pero ¿por qué les estoy explicando todo esto?, o ¿cuál es el verdadero punto de este post?. Bueno, la razón es porque me gustaría hacer una comparación entre Ladybug y Spider-Man, algo que me resultaría imposible si no toco el romance como tema principal. Siendo sincero, Ladybug es de esas series que empiezan bastante bien, y con un potencial enorme para convertirse en una obra reconocida y que marque a toda una generación, pero todo su concepto es tan desperdiciado que al final se convierte en un producto mediocre y sin gracia, y uno de los motivos por los que suele suceder esto, es a causa de los ya conocidos ships entre personajes que la propia serie o el fandom de la misma llega a crear. Si bien, hay veces en las que es más apropiado que una trama de romance sea más secundaria, incluso una subtrama como esta debe tener su construcción y desarrollo, pues de eso dependerá la calidad de los personajes y de la obra en general, por lo que si no se hace de la forma correcta, es muy probable que ese sea uno de los factores por las que una serie llegue a fracasar miserablemente.
 
 
Tomando como ejemplo a Ladybug, este aspecto de la serie se abarca de una manera pésima, pues aquí el romance es demasiado superficial y no tiene evolución, es decir, la tal Marinette tiene a Adrien como su interés amoroso, pero nunca se molesta en conocerlo a profundidad, y cada vez que estos dos están juntos ella se comporta de manera estúpida en muchos sentidos , y ni hablar de cuando interactúan en sus respectivos roles de Superhéroe, donde la química entre los personajes es incluso peor, siendo que Chat Noir se lleva la peor parte, al tener que soportar la actitud prepotente de su compañera, algo de lo que convenientemente Marinette siempre sale impune y casi nunca recibe ningún castigo por ello, siendo una muestra de la mediocreidad de esta serie. Además, la idiotez de los personajes tampoco ayuda mucho a la obra, puesto que uno no termina por entender cómo nadie se da cuenta de la verdadera identidad de Ladybug y Chat Noir, un hecho que ni siquiera tiene una explicación o trasfondo coherente más allá de recurrir a excusas totalmente baratas, lo cual acaba por convertirse en algo demasiado cansino y repetitivo al nivel de cosas como la identidad de Superman en varias de sus historias y películas, sobretodo porque no aprovechan esto para darle más importancia a los propios villanos, y todo se reduce a un sin fin de clichés, provocando que todo se vuelva cada vez más aburrido, al punto de que la serie tiene que recurrir a la inclusión forzada para llamar la atención, introduciendo a personajes LGBT solamente porque sí.
 
 
Con Spider-Man sucede algo diferente, no solo porque es un personaje con mucha más trayectoria, sino porque sus romances suelen estar mejor elaborados. A pesar de que Peter se caracteriza por tener muy mala suerte en todo (especialmente en su vida amorosa), en muchas de sus historias se le otorga la oportunidad de estar con las personas que ama, a veces pagando el precio por ello, siendo la consecuencias de los riesgos de ser un Superhéroe. Si hacemos una mención de su relación con Mary Jane en la saga de Raimi, podemos observar que es una muestra de como una relación puede empezar bastante bien, pero terminar bastante mal, al punto de tener altibajos cada vez que estos dos están juntos, y sin embargo, es una subtrama que se siente realista y humana en varios aspectos, porque a diferencia de personajes tan caricaturescos y artificiales como los de Ladybug, aquí se nos muestra una situación con la que sí podemos empatizar, sobretodo por parte de Peter, quien en varias ocasiones tiene que sufrir por culpa del egoísmo de la pelirroja. Algo contrario pasaría con otras relaciones de Spider-Man en el cine, pues aunque la relación de Peter y Gwen en la saga de Amazing es mucho más interesante y satisfactoria por la química entre los actores y la escritura de los personajes, esta llega a poseer más incoherencias de las que realmente debería tener, como la muerte de Gwen, que a diferencia del cómic no se siente tan impactante por lo mal construida que está la relación entre ella y Peter durante la segunda parte de esta franquicia, ya que es ese típico amorío en donde la pareja se separa por un tiempo a causa de una discusión que no tiene sentido, pero luego regresan a ser novios porque no toleran estar lejos uno del otro, ocasionando que el mismo ciclo se repita una y otra vez. Y ni hablar de la vida amorosa del Spider-Man del UCM, la cual no tiene un verdadero desarrollo hasta No Way Home, siendo lo más trágico de esto el que Peter haya perdido a su familia y amigos por el hechizo del Doctor Strange, quedando completamente solo y viéndose obligado a empezar de nuevo.  
 
 
 
 
 
 
 
Mencionando otros casos de buenas y malas relaciones de parejas en la ficción, están las que existen en Star vs Las Fuerzas del Mal, Steven Universe, The Owl House e inclusive Gravity Falls. El primero es un mal ejemplo de cómo desarrollar un romance en una historia, en especial las que se ubican en el género de la fantasía, siendo que dicho género se caracteriza por tener un lore interesante y una construcción de mundo bien planteada, por lo que no es recomendable que el romance sea la trama principal, pues de lo contrario el resultado será lo que comenté en un principio, una obra poseedora de un concepto y potencial completamente desperdiciados, y eso es lo que básicamente ocurre en la serie de Star, que terminó por enfocarse tanto en los ships y el fanservice, que llegó un momento en que ya no tenía nada más por ofrecer, puesto que los personajes involucionaban y se volvían más molestos tras cada temporada, y los únicos episodios rescatables son los que se concentran más en contar sobre su lore en lugar de una historia de romance juvenil, pero lamentablemente eso ni siquiera la salvó de tener un final anti-climático y bastante forzado, en donde parece que los hechos más importantes de la serie ocurrieron sin ningún propósito.
 
 
El segundo y el tercer ejemplo son todo lo contrario, pues si bien las relaciones que se manejan en ambas series, puede provocar algún choque cultural o comentario despectivo, a sus respectivas autoras únicamente les importa contar una historia a su modo particular, pues para ellas el amor no tiene fronteras o preferencias de género, y solo quieren expresar lo que sienten a través de sus obras, algo que es completamente respetable. El cuarto caso es mucho más interesante, puesto que a los personajes principales no se les da un trato justo o especial en cuanto a romance se refiere, a lo largo de la serie vemos como sus intentos de tener una relación amorosa generan en un fracaso tras otro, dando una moraleja o lección más aterrizada sobre el amor romántico, puesto que al fin y al cabo, en el mundo real no existen las medias naranjas, las almas gemelas y mucho menos una relación perfecta, y es por eso que no puedes obligar a alguien a amarte, y son esas cosas que hacen que una simple y sana amistad, sea mucho mejor que tener un amor platónico o romance fallido.
 
 
Si hablamos de historias que tratan sobre conflictos amorosos muy bien trabajados, puedo utilizar de ejemplo a la saga de Shrek, la cual independientemente de la variable calidad que tengan sus películas, la relación entre nuestro Ogro favorito y su esposa Fiona, hacen que la trama romántica se sienta natural e innovadora incluso luego de verlos juntos por tanto tiempo, ya que comienza como un típico amor juvenil, pero durante las secuelas el romance evoluciona de una manera interesante y que no entorpece a la narrativa, sino todo lo contrario, hacen que el amor entre ambos Ogros se convierta en el principal enfoque de toda la historia, y en cada película tiene más significado e intimidad, al punto de ver como algo satisfactorio el hecho, de que un personaje que inició siendo tan amargado y solitario por como el mundo lo veía, sea capaz de superar las adversidades de su matrimonio y el prejuicio que se tenía por su propia naturaleza, dispuesto a cambiar varias cosas y sacrificar otras para estar con el amor de su vida, y que esta al final lo acepte tal y como es y a causa de eso pueda tener su propia familia, hacen que la reflexión que se ofrece en Shrek sea aún más conmovedora.
 
 
 
Claro que una historia de amor no necesariamente tiene que ser una relación entre parejas, pues hay casos en los que la narrativa puede enfocarse en el conflicto a tratar, generalmente teniendo a la Familia como tema principal, y un ejemplo que me gusta nombrar es a God of War 4, pues de la relación Padre-Hijo de Kratos y Atreus surge prácticamente toda la historia, y provoca que todo el viaje de ambos por esparcir las cenizas de Faye se sienta como una gran aventura, donde los personajes aprenden bastante uno del otro. Una muestra de esto que también se me viene a la cabeza es a Los Increíbles, donde en la primera película se muestra una mejor interacción entre los personajes, sobretodo porque la historia se concentra en forjar un vínculo entre esta familia de Superhéroes, la cual al principio vemos que está bastante dividida y hasta cierto punto rota en cuanto al amor que se tenían, pero las circunstancias los obligan a mantenerse juntos, y al final se vuelven mucho más unidos que de costumbre. Otro caso muy reciente que también quiero mencionar es a Encanto de Disney, un filme que cuenta un drama intrafamiliar, con personajes con los que muchas personas pueden empatizar e inclusive identitificarse hasta cierto punto, ya que tienen desde el personaje que acepta el rol de ser el hermano mayor, y por ende tiene que soportar el peso de cumplir con ciertas responsabilidades y tareas específicas, hasta el que debe ser el ejemplo a seguir y del que se le ha exigido aspirar a ser perfecto durante toda su vida, además de aquellos miembros que suelen ser excluídos de la familia por una que otra razón, y el climax de la película hacen que varios problemas se resuelvan de forma natural, lo cual hace que Encanto se sienta como un filme muy satisfactorio de ver. 
 
 




 
Pero bueno, creo que con esto es suficiente palabrerío, y llegó el momento de hacer la pregunta que le dará una conclusión a este post:



¿Por qué Ladybug debería seguir el ejemplo de Spider-Man?.


 
Esto es muy sencillo de responder; Ladybug es un personaje que pocas veces toma riesgos en su propia serie, pues la trama no suele salir de su zona de confort, y los acontecimientos de algunos episodios regresan a su status quo, con Marinette utilizando sus poderes para arreglar todo luego de un gran desastre. Esto provoca un enorme problema, porque el personaje no tiene desarrollo y siempre muestra las mismas actitudes, además de que rara vez se ve un cambio real en ella. Y a pesar de que curiosamente tiene varios tropiezos similares a Marinette en su historia, sobretodo si nos referimos a las películas, al final Peter demuestra ser todo lo contrario. El drama tan crudo que a veces pueden tener las historias de Spider-Man hace que en gran parte se sienta como un gran personaje, pues existen muchas que sí saben aprovechar los elementos de su propio mundo ya establecido, como lo puede ser su propia identidad, algo que No Way Home pudo explotar de forma perfecta, pues bastó una sola película para hacer que un personaje mediocre como el Spider-Holland, por fin obtenga el desarrollo que se merece a causa de los errores que cometió y de los seres que perdió, pero que al mismo tiempo lo ayudaron a levantarse para seguir su propio camino como el Trepamuros del UCM. Por eso es tan lamentable ver como Ladybug ni siquiera es capaz de llegarle a los talones, habiendo tantas maneras aprovechables para desarrollar a un personaje con un concepto tan atractivo como el de ella, algo que solo hace que le tenga más lástima, porque simplemente no supieron cómo manejarla o tan siquiera qué hacer con el personaje. Si los escritores de Ladybug le tuvieran mucho más amor o interés a su propia creación, habrían tomado como referencia a varios de los Superhéroes más importantes de la historia, con el fin de crear a un personaje que se sienta fresco e innovador para las generaciones actuales, y en el caso de Ladybug, si su mayor inspiración fuera Spider-Man, ella sería un personaje mucho mejor trabajado.
 
 
 
Bueno, esto es todo lo que tengo que decir sobre este tema tan amoroso. Espero que hayan tenido un Feliz San Valentín, y que hayan compartido ese día con las personas que realmente los aman y les importan.