En las vastas extensiones
de oscuridad, se encontraba una figura que lucha por sobrevivir en un
interminable abismo de desesperanza, involucrada en una batalla
encarnizada cuya balanza no parecía favorecerla por no tener un
rincón en el que podría escapar, buscando alternativas mientras se
sujetaba a un muro de carne putrefacta. Una viajera errante que
durante sus recorridos llegó a parar en el interior de un ser
gigantesco que pretendía devorarla sin titubear ni un solo segundo,
pero ella nunca se rindió, nunca abandonaría todo lo que ha
cosechado y nunca lo hará. Cargando en sus hombros la misión de
salvar a su nación de la tiranía, aprieta con fuerza la carne para
elevarse y buscar una salida teniendo como única opción escalar
para hallar la luz del día. Los dedos de sus manos resbalaban cada
vez que tomaba impulso y saltaba con ímpetu, pero los intentos
resultaron prácticamente fútiles.
Queriendo redimirse y
dejar el pasado para tener un mejor futuro en el que deseaba formar
una nueva familia, teniendo hijos en lugar de padres, un esposo que
siempre estaría a su lado, y amigos que consideraba hermanos
biológicos, agarra su gran escudo y golpea continuamente la muralla
acompañándose de gritos incesantes que liberaban toda su furia y
energía almacenada en momentos que tuvo para razonar con claridad.
Siempre teniendo inclinación hacia cuidar a las personas que están
de su lado ignorando sus miedos y conflictos, halló el amor
verdadero en su sendero por la justicia y la paz concibiendo dos
hijos luego de una guerra en donde se jugaban los principios; justa e
implacable, se abrió paso hacia la oscuridad y accedió a un
conjunto lleno de órganos vitales, cuando súbitamente recordó una
parte de sus aventuras y desventuras en donde obtuvo la experiencia
que tiene en el presente. Aquella ocasión en la que salvó a una
ciudad de inteligencias artificiales que buscaban provocar una
inminente destrucción a sus habitantes, o cuando fue capaz de mover
una montaña que habría sido desintegrada por un meteorito, salvando
nuevamente a las aldeas y el hogar de muchos inocentes. No tenia
porque ayudar a las personas que al fin y al cabo no conocía a la
perfección, pero un sentimiento patriótico y altruista era la razón
de un esfuerzo que siempre causa que se levante en lugar de caer.
Enfrentaba una segunda
guerra en la que retomó su objetivo de combatir por todo lo que
representa: el amor, la justicia, la rectitud y la libertad.
Esos cuatro valores y
conceptos son tan poderosos que le dieron la oportunidad de
convertirse en la General de un renovado ejército nacional, que
junto con un mejor Presidente, reconstruirían algo tan
inquebrantable que ningún mal pudiera arruinar, un país que
resurgía de las cenizas desechando a las máquinas de guerra y la
bienvenida al servicio tecnológico.
Jamás pedía nada a
cambio por todas sus acciones mientras fue una nómada por su tierra,
lo único que deseaba de la humanidad era un poco más de compasión
en los tiempos difíciles, y aunque era particularmente autoritaria
solo buscaba el bien para sus seres queridos y allegados. El egoísmo
no formaba su carácter, sino su capacidad para llevarse la
responsabilidad que ella se ha adjudicado y aprendiendo de sus
pecados para ser un buena samaritana, sanando las cicatrices que se
originaron tras sufrir el arrebato de todas las personas que amaba
incondicionalmente. Sus hijos y marido la entendían más que nadie,
tolerando su terquedad y enojo muchas veces, ya que a pesar de
cualquier discusión, al final reían como una verdadera familia
unida.
Unos quejidos se oyeron
en toda la zona rocosa junto a varios estruendos, y El Gigante
concentró la vista en su abdomen. El dolor es mucho más intenso y
se tambaleó creando muchas grietas y agujeros cuando movía las
manos y los pies, y entre todo el ruido su estomago fue abierto de
cuajo dejando al exterior todas sus tripas, emergiendo de la sangre
una mujer de cabellos dorados mantenidos en una coleta de trenzas
hechas de hierro, y con un corto vestido blanco que se tiñó en un
rojo absoluto. Sostuvo aquellas tripas para balancearse llegando
hasta su barbilla, se dirige a su frente y con un golpe cargado de
energía, debilitó el resto de su ser y respetó la vida de su
enemigo permitiendo su derribe después de haber dado un combate que
ella estuvo a punto de perder, saltando de un sitio apartado de su
cuerpo tras deslizarse con ayuda de su escudo circular que combinaba
los colores azul y púrpura.
Si también es una
guerrera que podía matar sin compasión ¿que la hace diferente de
sus enemigos?; su respuesta fue inmediata al ver a su hijo
esperándola sentado en el suelo recostado en una gran roca, quien
luego se acerca rápidamente.
―¿De
esto se trata ser un libertador, madre? ¿matar para sobrevivir, y
tener una supuesta paz que no sabemos cuánto durará?―
preguntó, y ella colocándose a su altura y tocando sus mejillas,
responde.
―Claro
que no, pequeño. Pero este mundo pertenece a individuos que quieren
aprovecharse de otros y también destruir sus vidas, no hay otro
remedio que lidiar con eso aunque no nos guste. La diferencia entre
ellos y nosotros, es el motivo por el cual luchamos, tu padre y
hermana también poseen esa motivación. La libertad significa
elección, y elegimos ser las personas que den un ejemplo al Estado,
no las personas que hacen daño a los demás prometiendo cosas que
nunca cumplen y que sólo buscan el beneficio propio. Por eso debemos
mejorar, y convertirnos en todo lo que hemos deseado― expresó, y
agrega después de levantarse.―Ahora debemos irnos, Adam, un nuevo
viaje nos espera.
―[Mi
madre es Melvina Clerath.......no podría desear una mejor madre]―
pensó mientras observa a Melvina caminando, y fue detrás de ella
sin dejar de sonreír.
"¿Hasta dónde hay que llegar.....para cumplir con nuestro destino, cuando incluso una pequeña acción puede alterar nuestro futuro?".
-El Hombre de los Sueños (The Man of Dreams).